Atento y Konecta: contact center, la I+D+i de la precariedad en España

Sé de lo que hablo: he nacido laboral y sindicalmente en el telemarketing (contact center para los modernos). Conozco el brutal ritmo de trabajo de 8 horas (en la actualidad un lujo, ahora son jornadas parciales forzadas, para exprimirles aún más, pagándoles menos), sentado atendiendo una llamada tras otra de clientes cabreados unos y desesperados otros.

Percibo lo que es tener que pleitear incluso los tiempos de descanso, lo que se entiende por “fin de semana”, la lucha sindical por tener “derecho” a ir al aseo sin tener que levantar la mano para pedir permiso a la supervisora.

Noto el no poder tragar un sorbo de agua sin atragantarme, porque la despedida telefónica del cliente se solapa con la entrada de la siguiente llamada.

Sé de cómo, sin haber cerrado la gestión del expediente de la última llamada, tienes que atender y gestionar la siguiente, en un tiempo mínimo y llegar a la “excelencia”; y así llamada tras llamada.

Conozco el nivel brutal de riesgos psicosociales que genera toda esta actividad infernal, de lesiones musculoesqueléticas fruto de la poca o nula prevención de riesgos laborales en las plataformas de atención telefónica.

Percibo la maldad intrínseca de empresarios de este sector, paradigma de la mala gestión en políticas de recursos humanos, que ven a las teleoperadoras como meras “gallinas ponedoras”, en este caso no de huevos, sino de número de llamadas atendidas y gestionadas en un tiempo mínimo y previamente medido.

Noto a diario como se niegan de forma sistemática las medidas legales de conciliación.

Sé de las continuas deslocalizaciones de los centros de atención al cliente a otros países con costes laborales tres veces más baratos. Y cómo se subastan electrónicamente “a la baja” las licitaciones de las campañas de atención al cliente de las grandes empresas “marca España”.

Y también, por mi responsabilidad sindical en FeSMC-UGT, conozco la capacidad productiva de Konecta y Atento, dos grandes empresas de contact center de nuestro país que, con base en las modificaciones de la Reforma Laboral, se han convertido en el auténtico departamento de I+D+i de la CEOE respecto de la precariedad laboral.

Hace meses fue Konecta (propiedad de capital español) quien, con ánimo “innovador” descubrió que, mediante procedimientos de movilidad geográfica a título individual en los que a una teleoperadora con contrato indefinido, separada, con cargas familiares, se le ofrecía, por ejemplo, el traslado de Cádiz a Valladolid, por lo que, en pocas horas se obtenía su aceptación de un despido objetivo con 20 días de indemnización. Una forma repulsiva de escurrir los despidos colectivos… sí, los conozco también.

Incomprensible sentencia del Tribunal Constitucional

La cuadratura del círculo la ofrece hoy Atento Teleservicios quien hace uso del refuerzo a la precariedad de la reciente sentencia del Tribunal Constitucional, que avala la constitucionalidad del art 52, d) del ET.

Atento, propiedad de un fondo de inversión internacional, procede a despedir mediante despidos objetivos por ausencias debidamente justificadas a trabajadoras en circunstancias personales semejantes a las antes descritas. Y la mayor parte de las trabajadoras, qué podían hacer sino aceptar el cruel e inhumano despido. Porque, señores magistrados de la mayoría del TC, hay sentencias que agitan el árbol… y empresarios sin escrúpulos dispuestos a coger el fruto.

Otras trabajadoras, por sus circunstancias personales de afiliación, se han atrevido a pleitear. Pero el resultado ha sido desigual.

Envalentonada, Atento (ese era el riesgo de su decisión, señores magistrados del TC) no aprecia ningún inconveniente en despedir, ahora, a una representante legal de los trabajadores. Compañera histórica sindicalista de la UGT en esa empresa en Lleida, de 59 años de edad, y adalid en la defensa de los derechos de las teleoperadoras de Lleida (doy fe, la conozco). Lo hace por la misma causa; sobrepasar el porcentaje de absentismo justificado que se estableció en la Reforma Laboral de Mariano Rajoy y que el TC, reitero, acaba de afirmar que es constitucional.

Digitalización: una excusa para el despido

El colofón al despropósito es que esta tipología de empresas anuncia que, fruto de la digitalización y acuerdos de colaboración con empresas tecnológicas punteras, se van a poder “eliminar” múltiples líneas físicas de atención al cliente. Es decir, para digitalizar más puestos de trabajo y amortizar puestos físicos (personas humanas), innovan, eluden su responsabilidad legal mediante procedimientos de despidos colectivos o circunstancia legalmente requerida, y van “echando por la puerta de atrás” a las trabajadoras mediante movilidades geográficas o despidos objetivos por absentismo justificado.

Cuánto daño está haciendo este mal llamado absentismo, ya que realmente se trata de enfermedad derivada de la precariedad y explotación en el ejercicio de la actividad de contact center, cuya negociación del convenio colectivo sectorial se inicia en breve. Con más ahínco que nunca, esta vez las delegadas de FeSMC-UGT pelearán con la dignidad insurgente que las dota el vivir a diario esta pésima realidad.

Este no es el futuro, es el presente, que cada vez se asemeja más al pasado remoto del siglo XIX, es por lo que la UGT hizo huelgas generales, por lo que las seguiremos haciendo siempre y cuando el legislador de turno ataque nuestros derechos, porque, como dijo aquel obrero ilustrado, Martin Niemöller: “cuando vinieron a buscarme… ya no había nadie”. El invierno no se acerca, ya está aquí.

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