Servicio de Restauración a Bordo: ¿Qué ha pasado con la licitación?

Como ya tendréis conocimiento, el pasado 16 de febrero  finalizó el plazo para la presentación de ofertas del nuevo contrato de RENFE-Viajeros para los Servicios de Restauración a bordo. Dicho contrato ha quedado desierto, tras varios intentos por parte de la operadora que se han saldado con otras tantas prórrogas del actual contrato, con modificaciones sustanciales desde el 30 de abril de 2020 con motivo de la pandemia por COVID-19 y sus consecuencias.

Hoy, son varias las organizaciones que salen en tromba apropiándose del mérito de que el contrato haya quedado desierto, acompañando sus comunicados de ataques, manipulaciones y faltas a la verdad, en un intento por amortizar sindicalmente una situación que a nosotros se nos antoja lamentable y preocupante para la plantilla, que ve incrementado en el tiempo la incertidumbre e inquietud. Por nuestra parte, no vamos a entrar en esa carrera que en nada favorece a los trabajadores y nos limitamos a recordaros nuestra postura al respecto recogida en el Comunicado 63.20Comunicado 79.20 y Comunicado 1.21; sin recortes, sin sesgos ni manipulaciones.

¿Qué ha pasado con la licitación? Desde UGT, consideramos que hemos asistido a  un boicot permanente de la licitación, urdido por fuertes intereses empresariales que han tenido como consecuencia que la licitación quedara desierta, obviando sistemáticamente el drama que supone la incertidumbre para los 1800 trabajadores y trabajadoras que componen la plantilla y cuya principal argumentación ha sido la falta de provisión económica del contrato.

No obstante, debemos recordar que el Tribunal de Cuentas, un ente externo e independiente, ha desestimado la impugnación del pliego de condiciones realizada por el sindicato mayoritario, poniendo en entredicho la premisa de que la licitación no cubre la masa salarial y el resto de las cargas de la actividad con la dotación  económica prevista. Por mucho que esta decisión les pese a aquellos que no tienen otro argumento, se trata de un hecho probado.

Asimismo, nos llama la atención que Ferrovial, empresa conocedora del pliego desde hace meses y con tiempo más que suficiente para llevar a cabo un estudio y comunicar su intención de no concurrir a la licitación, solo haya manifestado su decisión a última hora, tras adjudicarse una nueva prórroga por cinco meses y, quizás, sospechando que el resto de empresas interesadas habían optado por no presentarse.

Desde UGT, consideramos que las estrategias empresariales empleadas en el proceso son poco éticas ya que de este concurso y del mantenimiento de la actividad dependen unas 1800 familias. Y es que, no es lo mismo perder dinero que dejar de ganarlo y no creemos que un incremento de la dotación económica se revierta en beneficio la plantilla y sus intereses.

No podemos obviar que en el Plan Estratégico del Grupo RENFE, ya publicado y puesto en marcha, se recoge la oferta comercial a partir de abril de 2021. En ella, como ya os hemos trasladado en otras ocasiones, aparece la nueva modalidad del servicio de restauración, una oferta comercial que no creemos que vaya a modificarse y que constituye el nuevo modelo sobre el que las empresas interesadas deberán desarrollar su propuesta.

En definitiva, desde UGT defendemos únicamente el mantenimiento de la actividad, los puestos de trabajo y las condiciones laborales, con independencia de que este objetivo se alcance a través de una nueva licitación o considerando la internalización de las cargas de trabajo en el Grupo RENFE, lo que, a nuestro entender, supondría la mejor opción de futuro para la plantilla que compone el servicio. Este hecho es el que venimos defendiendo desde hace muchos años y vamos a continuar con su defensa, pero no deja de sorprendernos que otros sindicatos considerados de clase estén más por las maniobras en connivencia con la empresa que por defender los intereses de la plantilla.

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