UGT denuncia la discriminación sufrida por los marinos en sus necesidades de movilidad

El sindicato Marítimo-Portuario de UGT ha remitido, por carta, al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, su disgusto por la situación discriminatoria que sufren las gentes del mar en sus necesidades de movilidad.

La pandemia de COVID-19 ha atrapado a cientos de miles de marinos a bordo. A día de hoy, los estados aceptan que las mercancías se descarguen en sus puertos pero no facilitan que la gente de mar transite por los diferentes territorios sin trabas administrativas, lo que hace que los relevos y tránsitos de los marinos sean muy complicados. Desde UGT no entendemos por qué la gente de mar está recibiendo un trato mucho peor que el recibido por los turistas embarcados a bordo de cruceros o, incluso, peor que el que reciben las cargas a bordo.

Este problema afecta no solo a la gente de mar de nacionalidad española, sino también a  la de terceros países que navegan en barcos que enarbolan pabellón español.

El Estado debe proteger a los marinos bajo bandera española

El Sindicato considera que la Administración española no debe abandonar a la gente de mar que navega bajo bandera española sea cual sea su nacionalidad. Debe utilizar todos los medios posibles para garantizar que el puerto que reciba al buque de su bandera, no solo permita, sino que facilite los relevos de tripulación colaborando con otros estados europeos y terceros países a la hora de coordinar -vía consular- las repatriaciones de nuestros marinos y de los marinos que independiente de su nacionalidad, estén embarcados en buques de pabellón español. “No se trata de generosidad, es una obligación de España como estado del pabellón”, recuerda UGT en su misiva.

El Convenio Laboral Maritimo (MLC 2006) en su Regla 2.5 sobre Repatriación, tanto en su Norma A2.5 como en su Pauta B2.5, establece que cada Miembro se asegurará de que la gente de mar de los buques que enarbolen su pabellón tenga derecho a la repatriación y que, en caso de que el Armador no se haga cargo de la misma, el estado de pabellón o los países de origen de los tripulantes pueden organizar su repatriación.

Así pues, como Estado del pabellón, España también debe exigir a los armadores que proporcionen la información más completa sobre el estado de los contratos en sus buques y, con carácter prioritario, el de los contratos que han expirado.

Los gobiernos en general, deben hacer todo lo posible para garantizar el reemplazo de las tripulaciones. Teniendo en cuenta que es probable que continúen las restricciones internacionales durante meses y meses (a pesar de las llamadas de la ONU, la OMI, la OIT, el ICS y la ITF) es necesario y urgente buscar fórmulas para poder hacerlo, ante el dramático deterioro de la salud, tanto física como mental, que están sufriendo -tanto los tripulantes afectados como sus familiares- ante las trabas existentes a la hora de ser repatriados, bien sea por motivos de finalización de sus contratos, disfrute de vacaciones o abandono por parte de los armadores.

UGT concluye su carta recordando que “los marinos se encuentran entre los trabajadores clave que deben ser protegidos en esta crisis. Es urgente iniciar acciones, mediante la coordinación internacional, para encontrar soluciones viables y rápidas para paliar la dramática situación por la que está atravesando la gente de mar”.

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