UGT y CCOO condenan las agresiones y coacciones y exigen responsabilidad al gobierno en la búsqueda de una solución

UGT y CCOO condenan las agresiones que vienen sufriendo personas asalariadas del transporte de mercancías por carretera por parte de grupos violentos asociados al cese de actividad o paro patronal de empresas y algunos autónomos del transporte por carretera.

Desde el pasado lunes se viene desarrollando un cese de actividad por parte de autónomos y empresa del sector de transporte de mercancías por carretera, acompañado de actuaciones para tratar de condicionar la actividad del resto de empresas y, muy especialmente, de las personas asalariadas del sector. Dichas actuaciones se vienen desarrollando con altas dosis de violencia por parte de patrullas vinculadas a la Plataforma convocante y con otras posibles ligazones que pretenden más una desestabilización que una solución. Ante esas circunstancias, desde UGT y CCOO queremos manifestar:

Que pese al lenguaje que se viene manifestando por los convocantes, y que siguen buena parte de los medios de comunicación con una falta de rigor alarmante, no estamos ante una huelga (que solo cabe que la desarrollen trabajadores y trabajadoras con relación laboral, no autónomos y empresas) sino ante un cierre patronal, o un cese de actividad empresarial, tema muy distinto.

Que, por tanto, las movilizaciones no se encuadran en la normativa que regula el ejercicio de un derecho fundamental como es el derecho de huelga. Y por ello, no puede hablarse de la actuación de piquetes informativos ni del ejercicio de un derecho fundamental, sino ante otra cosa.

En ese marco, la convocatoria de paro no es una huelga legalmente convocada por lo que un trabajador o trabajadora asalariada no puede sumarse al paro sin incurrir en una infracción laboral sancionable. Los trabajadores/as están siendo rehenes en este conflicto y sufriendo agresiones verbales y físicas que están poniendo en riesgo su propia integridad física. Además, se está provocando una situación que está poniendo en peligro la cadena de suministros lo que, unido a la delicada situación en la que nos encontramos de salida de la pandemia y de incremento de las incertidumbres ante la situación bélica en Ucrania y sus consecuencias en diversos órdenes, y fundamentalmente en los precios de la energía, está poniendo en riesgo la continuidad de la actividad, y con ello el empleo, de decenas de miles de personas. Poner en riesgo el esfuerzo de toda la sociedad en mantener el empleo y salir de una crisis con perspectivas de crecimiento, en este impás por la deriva de la iniciativa bélica, es egoísta generar una desestabilización del país que se encuentra en la búsqueda de una solución.

Por lo anterior, y sin restar legitimidad a las reivindicaciones de cualquier colectivo, pedimos que las movilizaciones se lleven a cabo siendo conscientes del delicado momento en el que nos encontramos, buscando salidas favorables a la mayoría de la ciudadanía y respetando en cualquiera de los casos los legítimos derechos a la integridad física de las personas trabajadoras.

Instamos al Gobierno a que convoque urgentemente a representantes de empresas y trabajadores para evaluar la situación y tomar las decisiones necesarias para buscar una solución a la situación, con medidas inmediatas y otras a corto plazo que ordenen los problemas estructurales que conllevan el desajuste de precios energéticos y combustible a este sector y a la economía global. El gobierno debe garantizar la protección de las personas asalariadas y evitar el efecto contagio a otros colectivos que bajo reivindicaciones legítimas, otros aprovechan en otra dirección.

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