8 de marzo: huelga por la igualdad

Como sabréis, UGT ha convocado para el próximo día 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, una huelga de dos horas por turno –cuya convocatoria se registrará el próximo viernes– para denunciar las brechas existentes en el mercado laboral y dar respuesta a las demandas y las necesidades de trabajadoras. Bajo el lema ‘Vivas, libres, unidas por la igualdad’, queremos dar un paso más en la erradicación de todos los tipos de discriminación que sufren las mujeres, tanto a la hora de acceder al mercado de trabajo como una vez dentro.

A continuación os trasladamos algunos datos significativos que ponen de manifiesto la necesidad de actuar y reclamar, de una vez por todas, la igualdad efectiva entre trabajadores y trabajadoras:

  • Desempleo: el 51,7% de las personas en desempleo son mujeres, siendo la tasa de paro femenina un 3,37% mayor que la masculina.
  • El 24% del total de mujeres ocupadas trabaja a tiempo parcial y casi el 74% del empleo a tiempo parcial lo ocupan mujeres.
  • La tasa de actividad de las mujeres es 11,48% puntos inferior a la de los hombres.
  • Brecha salarial del 23%. En 2017, las mujeres dejaron de percibir, por un trabajo igual, casi 6.000 euros al año.
  • El 90% de los permisos de paternidad, maternidad y excedencias por cuidado de familias son utilizados por mujeres.
  • Las mujeres son las que mayoritariamente asumen el cuidado de hijos, hijas o familiares. El 92,63% de las personas que se acogieron a excedencia por cuidado de hijos e hijas, con la implicación que tiene para su carrera profesional y para su jubilación, eran mujeres.

Ante esta situación, la huelga será una de las acciones para combatir las desigualdades estructurales, las brechas de género y las violencias machistas, y como forma de visibilizar la precariedad laboral y social de la mujer.

Exigimos al Gobierno y a las empresas medidas reales y eficaces que combatan la discriminación, que fomenten la igualdad -activando políticas y medidas efectivas de corresponsabilidad, para que los cuidados se repartan equitativamente entre mujeres, hombres, la sociedad y el Estado- así como más y mejores servicios de cuidados públicos y de calidad, apostando por un modelo educativo igualitario que combata los estereotipos sexistas.

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