LA CONGELACIÓN DEL SISTEMA Y DE LOS CEREBROS
Después de que se anulara la reunión que la Dirección había montado a través del Comité de Prevención y
Salud Laboral hace una semana para informar de la incidencia que ocurrió en las líneas automáticas, y tras
exigir que se convocara como Comité de Empresa en modo y tiempo adecuado, los responsables (no
todos) de los departamentos afectados procedieron a dar su versión de qué había pasado, por qué había
pasado y cómo según ellos, se podía minimizar la posibilidad de que volviera a ocurrir. Lo que no
explicaron en ningún momento es de quien es la responsabilidad, ni a quién hay que señalar, ni si van a
pedir explicaciones, expedientar o sancionar a los responsables del caos. Como dice nuestro Presidente
Rajoy “eso ya tal..”.
Al parecer, el sistema estaría preparado para que, en caso de fallar, llevar los trenes hasta las estaciones y
desembarcar el pasaje. Según comentó la Dirección, “el sistema no llegó a fallar. Se quedó congelado” (y
eso que estamos ya casi en verano), y al no saber que el sistema estaba en “error”, no se activó la
secuencia que lleva los trenes a las estaciones más cercanas. Buenovaledeacuerdo. Además, la imagen
que aparecía en los telemandos, no se correspondía con la realidad, y cuando se tuvo constancia del
problema, se enviaron TOLA’s a auxiliar al pasaje a lugares donde en realidad no había tren.
Buenovaledeacuerdo. Pero parece ser que, con la concentración de cabezas pensantes y de materia gris
que tenemos en nuestra Dirección, a nadie se le ocurrió usar la moviola que graba los movimientos de
los trenes para saber donde se encontraban, DE RISA. Por otro lado a Siemens, que es la empresa
responsable de toda la tecnología de la L9 que ha fallado de forma tan vergonzante la mandamos al rincón
de pensar pero no se le pide penalizaciones, no vayan a enfadarse. Si el error lo hubiese cometido algún
trabajador de Metro, todos sabemos que consecuencias hubiese tenido: expediente y sanción ejemplar.
Pero ¿Y las comunicaciones con el pasaje? Esto no hay por dónde cogerlo y ha sido un despropósito y
una vergüenza para Metro que tardará mucho en olvidarse. Los que trabajáis con trenes de la serie 9000,
sabéis que la línea de comunicación TREN-CCM tiene un orden de prioridades. Y la más alta prioridad es la
comunicación Interfono-CCM si no se contesta desde cabina, como pasa en L9 y L10. Está por encima
incluso de la comunicación por radioteléfono. Y por descontado, por encima de la megafonía. Por lo que al
usar la gente los interfonos para saber que estaba pasando, cualquier mensaje que se quisiera transmitir
al tren, se perdía. Y como Murphy es compañero de Metro (el de “si algo susceptible de empeorar,
empeorará”) las llamadas de los pasajeros están configuradas para ir directamente a ¡¡¡SEGURIDAD!!!.