Mañana se celebra la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, escogido originariamente por la Confederación Sindical Internacional (CSI) y que, en el contexto económico y social que atravesamos, tiene más sentido que nunca.

Como resultado de las políticas neoliberales que están adoptado la mayoría de los gobiernos europeos, ha habido una reducción de la calidad de los servicios de transporte público, así como un claro deterioro de las condiciones de trabajo y la aparición de nuevas formas de empleo menos seguras; y es que los servicios públicos y los derechos sociales están siendo atacados por las políticas de reducción de gastos y recortes.

En lo que respecta al ámbito ferroviario, los trabajadores/as hemos sufrido las consecuencias, empeorándose en muchos casos las condiciones laborales y salarios (modificaciones de las condiciones de trabajo, expedientes de regulación de empleo temporales, de reducción de jornada o extintivos, disminución de la prevención de riesgos laborales, etc.).

Paralelamente, se está llevando a cabo una campaña para desacreditar a las organizaciones sindicales, la principal línea de defensa de la clase trabajadora, vulnerando lo establecido en los Convenios básicos de la OIT en cuanto a derechos a la sindicación y libertad de asociación e incluso llegando a cuestionarse el derecho de huelga de los trabajadores/as.

Por todo ello, desde UGT entendemos que esta jornada es hoy, si cabe, más importante que nunca; es fundamental que seamos conscientes de la importancia de la unión de los trabajadores/as a la hora de la consecución y mantenimiento de nuestros derechos. En el caso del Sector Ferroviario, con un importante nivel de afiliación y compromiso entre los trabajadores/as, estamos consiguiendo minimizar los efectos de las imposiciones del Gobierno y las consecuencias de la crisis.