La política laboral de este Gobierno, basada en empleos precarios, bajos salarios y bonificaciones o reducciones en las cotizaciones sociales a las empresas están minando los ingresos de la Seguridad Social y aumentando su déficit. En concreto, la Seguridad Social dejó de ingresar en 2015 un total de 1.855 millones de euros por reducciones en la cotización, y su desviación presupuestaria alcanzó los 17.000 millones de euros. La Unión General de Trabajadores sigue insistiendo en la necesidad de centrar el debate en cómo aumentar los ingresos del sistema, con el objetivo de dotarlo de una mayor estabilidad y sostenibilidad a medio y largo plazo. Para ello, el sindicato reclama a la Comisión del Pacto de Toledo que elabore recomendaciones valientes, coherentes y razonables para preservar el Sistema Nacional de Seguridad Social y garantizar así la seguridad económica de las familias trabajadoras de este país.

El elevado nivel de desempleo, la precariedad de las condiciones laborales y las bonificaciones o reducciones en las cotizaciones sociales, han minado los ingresos de la Seguridad Social, contribuyendo a aumentar su déficit que cerró 2015 con una desviación presupuestaria de 16.707 millones de euros.

Contratos de trabajo precarios y salarios bajos conllevan ingresos por cotizaciones sociales más reducidos y si a ello le añadimos las consecuencia de las políticas activas de empleo, basadas en reducciones en la cotización a la seguridad Social a cargo del empresario, que la Seguridad Social no va a recuperar, como la tarifa plana de 100 euros o la reducción (exención) en 500 euros de la base de cotización por la realización de nuevos contratos indefinidos, la pérdida de ingresos de la Seguridad Social es mayor. La Seguridad Social dejó de ingresar en 2015 un total de 1.855 millones de euros por reducciones en la cotización.

Desde UGT llevamos años advirtiendo de la necesidad de afrontar con decisión el incremento de los ingresos de la Seguridad Social. Concretamente, desde agosto de 2011 venimos reclamando al Gobierno que cumpliera la ley y estudiara la conveniencia de establecer posibles escenarios de financiación complementaria de nuestro sistema de Seguridad Social.

Sin embargo, no se ha hecho nada, o al menos, no se ha hecho lo suficiente para incrementar los ingresos y la recaudación del Sistema, con el objetivo de dotarlo de una mayor estabilidad y sostenibilidad a medio y largo plazo.

Será ahora la Comisión del Pacto de Toledo quien deberá abordar el debate sobre los ingresos de la Seguridad Social, a través de recomendaciones coherentes y razonables. Pero también es el momento para que la Comisión del Pacto de Toledo elabore recomendaciones valientes que hagan avanzar nuestro Sistema de pensiones, para proteger a quien hoy no protege y para garantizar la seguridad económica de los pensionistas y de las familias que éstos sustentan y que en la actualidad no está salvaguardada.